Érase una vez una pareja que vivía felizmente en su pisito
de Manhattan. No tenían problemas de dinero y tampoco les faltaba trabajo.
Hasta que un día el hombre es detenido y encarcelado por blanquear dinero, quedándose su
mujer solita en casa. Durante años estuvo superando su ausencia lo mejor que
pudo, sabiendo que pronto o tarde su marido volvería con ella. Y ese día llegó
pero en vez de volver todo a la normalidad y recuperar su antigua vida, ella
cae en una profunda depresión que afectará a todos los aspectos de sus vidas. La
depresión es tan fuerte que tiene tendencias suicidas. Ambos están tan
preocupados por la situación que buscan un profesional médico para que la ayude
a superarlo. Y este no duda en recetarla
una nueva medicina que la hará sentirse mucho mejor, pero cuyos efectos
secundarios son muy fuertes e impredecibles.
En un país donde los antidepresivos se anuncian en las
estaciones de metro y donde los laboratorios farmacéuticos cada vez
miran más por la pasta que por la salud, me parecía raro que no se hubiera
estrenado ninguna película denuncia contra los doctores, medicamentos y
laboratorios. Hasta que nos llegó ‘Efectos
Secundarios’, una película que intenta denunciar esta práctica, cada día más
habitual, donde los tres factores mencionados anteriormente se juntan con un fin común: ganar pasta. Ya se vio cómo
funciona un laboratorio y sus visitadores médicos en ‘El Amor y otras Drogas’ así como todos los incentivos que esto genera, pero en esta ocasión nos enfrentamos a lo
que los usuarios sentimos al tomar estos medicamentos milagro que nos prometen.
Ahora bien, la película, que se inicia con todo este argumento,
pega un giro de 180 grados en su minuto 45. El cambio es tan radical que llega
un momento que nos olvidamos de la premisa denuncia pasando a ser un thriller totalmente
sorpresivo e inesperado. ‘Efectos Secundarios’ es de esas películas dos por una,
ya que, de pronto, la película cambia por completo. Como ejemplos de este tipo de películas puedo
acordarme de ‘Psicosis’ (De un robo
pasamos a un Norman Bates y su madre diabólicos) o ‘Abierto hasta el amanecer’
(De una película tarantinésca pasamos a una de terror vampírica). Lamento no
poder desvelar la segunda parte de la película pero es el factor sorpresa que
nos tiene guardado su director, pero os aseguro que no os va a defraudar.
La cinta está dirigida por Steven Soderbergh y supone, según
sus palabras, su retirada del cine. Después de haber dirigido ficciones como ‘Sexo,
mentiras y cintas de video’, ‘Traffic’, ‘Erin Brokovich’ y la trilogía de ‘Ocean’s
Eleven’, Soderbergh dice adiós al cine para pasar a dirigir teatro y
televisión. Y su despedida ha sido a lo grande ya que, en apenas año y medio,
ha dirigido tres películas ‘Contagio’, ‘Magic Mike’ y esta. Si he de ser sincero, Soderbergh está dentro de mis directores favoritos actuales ya que me encanta el enfoque que da a todas sus películas y la forma de contar las historias. ‘Efectos Secundarios’ no es ninguna excepción y ha
dirigido una película donde su visión hace que no nos aburramos durante una
hora y cuarenta y cinco minutos con lo mismo y que pasemos a la acción llegado
el momento. Esto es todo un logro, marca Soderbergh.
Con respecto a los actores tenemos de todo. Un gran Jude Law
como el Psiquiatra Jonathan Banks, ¿el culpable de estos ‘efectos’ o una
víctima?. Una estupenda, aunque a veces un poco exagerada, Rooney Mara (la Lisbeth Salander de ‘Millenium.
Los hombres que no amaban a las mujeres’ de David Fincher), ¿la mujer afectada
o una conejilla de indias?. Una aceptable Catherine Zeta-Jones como la doctora
Victoria Siebert, ¿una colega o una traidora?. Y un normal Channing Tatum, como
el marido de ella, ¿un sufridor o un objetivo?.
Que no se me olvide mencionar también el gran trabajo de su banda sonora, creada por Thomas Newman, un gran compositor que, en esta banda sonora, nos presenta unas melodías agobiantes y extrañas pero reconocibles durante toda la película, alejándose absolutamente de sus melodías características de otras cintas. Si escucho esta banda sonora sin saber quien es el autor, nunca hubiera apostado por Newman, pero esa originalidad que ha plasmado en 'Efectos Secundarios' es de destacar.
Como veis el cocktail de ‘Efectos Secundarios’ está servido
y lo que salga os va a sorprender sí o sí. Despidámonos de Soderbergh como se
merece e ir a ver ‘Efectos secundarios’, os quedaréis con la boca abierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario